Lesiones deportivas

  • ¿Frío o Calor?

    La aplicación de frío o calor sobre una zona del cuerpo con diferentes fines terapéuticos, es una de las preguntas más frecuentes que los pacientes realizan a diario. ¿Qué me pongo? ¿Frío o Calor? ¿Cómo? ¿Cuánto tiempo?


    FRÍO

     

    El frío posee una serie de efectos, como son:


    Efecto analgésico que alivia el dolor tras un golpe o distensión muscular o articular.

    Disminuye el dolor, el espasmo muscular y la hemorragia acelerando el proceso de recuperación de la lesión.

    Provoca el cierre de los vasos sanguíneos (vasoconstricción) que impide que llegue más sangre a la zona lesionada disminuyendo el proceso inflamatorio.

       

    El frío debería aplicarse en:   


    Patología muscular (sobrecarga,  rotura de fibras, contusión): aplicar durante las primeras 72h

    Contusiones: aplicar al instante de producirse la contusión

    Patología tendinosa (tendinitis, tendinosis): aplicar cuando duela

    Patología articular (esguince, torcedura, fractura, luxación): aplicar durante las primeras 72h


    ¿Cómo aplicar el frío?


    No aplicarlo directamente sobre la piel: el hielo tiene un efecto anestésico que impide percibir una quemadura por frío en la piel

    No aplicarlo más de 10 minutos cada dos horas

    Es importante no sobrepasar este tiempo para evitar el “efecto rebote”. Éste se da cuando la temperatura de la piel baja en exceso y el cuerpo provoca una vasodilatación para que llegue más sangre afin de subir la temperatura de la zona y así evitar la quemadura por frío. Esto supondría el efecto contrario al deseado

    No usarlo más de 3 días para no dificultar el proceso

    de cicatrización


    CALOR

     

    Efectos del calor:


    Aumenta el flujo sanguíneo, mejorando el aporte de nutrientes a los tejidos afectos, lo que acelera el proceso de cicatrización

    Disminuye la sensación dolorosa

    Aumenta su elasticidad y plasticidad, lo que mejora la contractibilidad del músculo y disminuye la rigidez articular

    No olvidar que el calor no es un tratamiento en sí, sino una simple ayuda. Si calentamos un tejido para prepararlo para un tratamiento pero no lo tratamos, no servirá de nada.


    ¿Cuándo aplico el calor?


    Patología traumática: aplicar pasadas las 72 primeras horas

    Patología muscular (contracturas, lesiones por un esfuerzo excesivo): aplicar cuando duela

    Patología articular (rigidez, tortícolis, mala postura): aplicar cuando duela

    Antes de entrenar, para aumentar la flexibilidad y evitar lesiones

    Estrés


    ¿Cómo aplicar el calor? Ya sea calor seco o húmedo:


    No aplicarlo más de 15 minutos cada dos horas: aplicar calor sobre una zona durante mucho tiempo (como por ejemplo poner durante varias horas la manta eléctrica) es muy dañino porque provocará un edema y una posible quemadura

    Tras aplicarlo es importante realizar un estiramiento de esa musculatura para así completar el tratamiento.

    En caso de traumatismo no usarlo antes de que hayan pasado de 48 a 72 horas de la lesión

    No aplicar calor encima de una zona sobre la que se haya puesto cremas o sprays de efecto calor, puesto que la suma de los mismos puede provocar quemaduras severas


    ¿Cuándo se puede usar frío o calor para la misma lesión?


    En las lesiones crónicas se aplica calor antes de la rehabilitación para aumentar la elasticidad y facilitar el tratamiento y el proceso regenerativo y se aplica frío al terminar para evitar la inflamación de los tejidos afectados.

  • Reposo, ¿Cuándo es conveniente y cuándo no?

    ¿CUÁNDO SÍ DEBEMOS GUARDAR REPOSO?


    El reposo  está indicado, sobre todo, en casos en los que exista un periodo de cicatrización y/o regeneración.


    Fracturas óseas completas o parciales (fisuras).

    Roturas musculares completas y tendinosas.

    Procesos postquirúrgicos (tras una cirugía).

    Procesos inflamatorios agudos.

    Por ejemplo, en el caso de las las roturas musculares se recomienda guardar reposo en los primeros estadíos (donde hay una fase inflamatoria aguda, que hará que el movimiento genere dolor y una respuesta inflamatoria refleja). Colocaremos al músculo en una posición de acortamiento, para disminuir el tono muscular y lograr un acercamiento del origen y la inserción muscular para favorecer la regeneración.


    En cuanto a las fracturas, el reposo (tras comprobar a través de radiografía que las piezas óseas están perfectamente alineadas) nos ayudará a favorecer la formación del callo óseo.


    Es necesario aclarar que REPOSO no significa que no podamos actuar ante la patología, se podrá continuar aplicando analgesia local (frío) o actuar en otras zonas para evitar la pérdida de masa muscular y favorecer el efecto drenante.


    ¿CUÁNDO NO APLICAR MÁS REPOSO?


    Existen muchas otras ocasiones en las que el reposo no está indicado. Entre los casos más frecuentes están: las patologías de tendón, esguinces de tobillo o lumbalgias, cervicalgias o cefaleas tensionales, o síndromes femoropatelares (rodilla/cadera):


    Un ejemplo muy común es la que afecta a la musculatura del hombro. Cuando inmovilizamos con un cabestrillo la articulación, estamos provocando una disminución de la circulación, del metabolismo y como consecuencia una atrofia de la zona.


    Esguince de tobillo: la pauta que debemos seguir es la aplicación del protocolo RICE (reposo, inmovilización, compresión, elevación). Este reposo lo mantendremos durante las primeras 48 horas, pero nunca se inmovilizará con un yeso los esguinces de grado uno y dos. A partir de las 72 horas, comenzaremos a realizar ejercicios de movilidad suave, ejercicios de propiocepción entre otros.


    Lumbalgia o dolor lumbar/lumbociática: se deberá mantener el mayor grado de actividad que sea posible. No se recomienda reposo en cama salvo que el dolor sea muy agudo y siempre de forma intermitente, por el tiempo más corto posible. El reposo en cama retrasa la recuperación y facilita que el dolor reaparezca. Está indicado caminar, si se puede, ejercicios de fortalecimiento del tronco y control postural ya que favorece la recuperación y previene nuevos episodios.


    Cervicalgias, Tortícolis o Cefaleas Tensionales: la cervicalgia puede presentarse debido a una mala postura, sobreesfuerzos o ejercicios repetitivos mantenidos, un problema en la articulación temporomandibular (bruxismo; apretamientos de dientes) o una situación de estrés emocional, o un mal descanso con un sueño no reparador.  Todo esto provocará una tensión involuntaria en los músculos del cuello que a su vez provoca un bloqueo de las vértebras cervicales. En las cefaleas tensionales suele estar presente una tensión emocional derivada de algún tipo de conflicto, bien producido por estrés laboral o emocional que desencadena y facilita el dolor de cabeza ya que se somatiza dicha tensión en la columna cervical. Lo recomendable es tratar toda esa zona tensional con tratamiento de fisioterapia de liberación miofascial, terapia craneal, acupuntura cuanto antes.


    Síndromes femoropatelares (Rodilla): después de la fase aguda de reposo y aplicación de frío, lo que se pretende hacer es restablecer el control motor de los músculos involucrados en los movimientos en carga y descarga de la rodilla y cadera, como es el reclutamiento motor correcto de cuádriceps, tonificando el vasto interno y estirando y descargando el vasto externo.


    Ante cualquier duda lo mejor es consultar a un profesional, en MQ2 Fisioterapia podremos ayudarle en todas las dudas que tenga, y aplicaremos todas las técnicas a nuestros pacientes con el objetivo principal de reducir o suprimir su sintomatología, y de esta manera, mejor su calidad de vida.

  • Runners: Ejercicio de la forma más segura

    “Mañana salgo a correr”, ¿cuántas veces has repetido esta frase? Ahora que empieza el buen tiempo, cada vez más personas empiezan a practicar el running de forma regular, pasando de estar sentados viendo la televisión a una actividad física moderada y, a veces, intensa. Es por esto por lo que en esta época recibimos a muchos deportistas con lesiones leves o moderadas en MQ2 Fisioterapia.


    Por este motivo, queremos haceros saber cómo un fisioterapeuta puede ayudarte en tu puesta a punto:


    Desde la prevención: como principal acción.

    Evaluando y valorando la postura y biomecánica de tu técnica de carrera.

    Mejorando tu flexibilidad, control, potencia y propiocepción.

    Corrigiendo posibles desequilibrios óseos, musculares o tendinosos.

    En el caso de lesión, reincorporándote a la actividad física con la mayor garantía.


    Desde la recuperación, te ayudaremos a corregir tu lesión utilizando técnicas como:

    Terapia manual: masaje de descarga y/o terapéutico, estiramientos y movilizaciones, Mulligan, terapia miofascial, técnicas de drenaje.

    Técnicas invasivas: acupuntura, punción seca, EPTE.

    Electroterapia, termoterapia: ultrasonidos, TENS, infrarrojos, frío

    Vendajes funcionales, neuromusculares (kinesiotape)


    Si mañana empiezas el running, ten en cuenta estas recomendaciones:


    Utiliza un calzado apropiado y ropa transpirable, protégete del sol.

    Realiza un buen calentamiento, movilizando todas las articulaciones y activando la musculatura.

    Comienza de forma progresiva, aumenta poco a poco la intensidad según pasan los días. Se constante.

    Controla tu respiración. ¿Tienes alguna limitación o dificultad respiratoria? Pregúntanos.

    Hidrátate.

    Evita los impactos articulares (velocidades altas, pendientes descendientes…).

    Después de cada sesión, ESTIRA todos los músculos entre 15-20 segundos buscando la máxima tensión sin rebote y que no duela demasiado. Además, sumerge tus pies en agua fría durante 5 minutos. Relajaremos y reduciremos el dolor tras sesiones intensas.

    Si te lesionas, aplica frío y no dudes en acudir a un fisioterapeuta, te ayudaremos.


    El running es el deporte de moda, pero  puede que no sea el adecuado para ti. En MQ2 Fisioterapia te orientamos en elegir el ejercicio que más se adapte a tu condición o patología (caminar, nadar, pilates, montar en bici).


     “¿A qué esperas? Realiza ejercicio de la forma más segura”

  • Deporte en la nieve, cómo evitar lesiones

    Invierno, las sierras están blancas y las estaciones de esquí están preparadas para recibir a todo tipo de deportistas que buscan emoción practicando esquí, snowboard u otros tipos de deportes de invierno como el patinaje o montar en trineo.


    ¿CUÁLES SON LAS LESIONES A PREVENIR?


    Las lesiones más comunes del esquí son:


    - Lesiones de rodilla (contusiones, rotura de ligamentos o meniscos y fracturas): por malas fijaciones de los equipos, movimientos bruscos, caídas.


    - Lesiones en el pulgar.


    - Lesiones de cabeza, cuello y espalda: por golpes o choques.


    Las lesiones más comunes del snowboarding:


    - Lesiones de muñeca y hombro (contusiones, luxaciones o fracturas): por caídas sobre la zona.


    - Lesiones de cabeza, cuello y espalda: por impactos contra el suelo.


    RECOMENDACIONES PARA EVITAR LESIONES, ¿ESTÁS PREPARADO PARA LA TEMPORADA?


    Para evitar lesiones, desde MQ2 os queremos ofrecer estas recomendaciones:


    Preparación física: realizar actividad física regular. Fortalecer la musculatura de las piernas, trono y brazos.

    Calentamiento: como en cualquier ejercicio físico, un calentamiento de 15-20 minutos movilizaciones y estiramientos; incidiendo en la musculatura de los miembros inferiores, sin olvidar el tronco, miembros superiores y cuello.

    Equipamiento: debe ser adecuado, en buen estado, con las fijaciones bien reguladas. Se recomienda el uso de casco, muñequeras, gafas y crema solar.

    Técnica: si nunca has realizado estos deportes, debes acudir a clases con un monitor especializado. La incidencia de lesiones en las primeras horas es alta.

    Hidratarse de forma correcta y suficiente a lo largo del día.

    Descanso adecuado y suficiente: si te notas cansado no te arriesgues. No tomes riesgos, conoce tus propios límites. El mayor número de lesiones se producen en las últimas horas del día, cuando la fatiga muscular por exceso de actividad física, falta de sueño o hidratación inadecuada es mayor.

    Después de la activad física: realiza estiramientos globales para relajar la musculatura y evitar sobrecargas musculares.


    Desde la fisioterapia podemos intervenir en la salud musculo-esquelética de todos los que vayan a realizar este tipo de actividades deportivas, educándoles en la buena y correcta prevención de lesiones tan frecuentes en este tipo de deportes.

  • Paddel: Recomendaciones para evitar lesiones

    El pádel es un deporte divertido y fácil de practicar que hace que personas de cualquier edad y condición física puedan realizarlo. Sin embargo, al igual que ocurre con el resto de deportes, practicar pádel conlleva un esfuerzo que puede exponer nuestro cuerpo a posibles lesiones. Este deporte no sólo requiere de un esfuerzo físico relacionado con la técnica del deportista (tipos de golpe…) llegando a producir lesiones características; sino también un esfuerzo psíquico ya que un partido puede durar 2 horas o más y si no se repone correctamente la pérdida de agua y otras sustancias pueden aparecer contracturas, calambres u otro tipo de lesiones musculares.


    ¿CUÁLES SON LAS LESIONES MÁS FRECUENTES?


    - Hombro: sobrecarga en los tendones del hombro u hombro doloroso al golpear la pelota por encima de la cabeza.


    - Codo: sobrecarga de los tendones del codo o epicondilitis (codo de tenista). Puede agravarse por la elección inadecuada de la pala.


    - Columna vertebral: sobre todo sobreesfuerzos repetidos de la zona lumbar que dan lugar a lumbalgias.


    - Rodilla: destaca la condromalacia rotuliana (sobrecarga del cartílago rotuliano) o esguinces/roturas de los ligamentos de la rodilla debido a las paradas, arranques o giros bruscos.


    - Tobillo: sobre todo esguince lateral externo por la mala caída en los saltos.


    - Pie: sobrecarga de la planta del pie (fascitis plantar) por superficies duras.


    - Contracturas musculares, roturas fibrilares (tirones) o calambres: especialmente en los gemelos, hombros o la zona lumbar; debido a la falta de agua  y a un mal calentamiento.


    ¿CÓMO PREVENIR LAS LESIONES?


    - Un buen calentamiento durante 10-20 minutos antes del partido. Los primeros 5-10 minutos de trote ligero y luego movilizaciones y estiramientos de los músculos más importantes: círculos con los tobillos, estirar gemelos, cuádriceps y espalda, círculos con los brazos y estirar los hombros y el pecho. Los estiramientos se hacen de 10-30 segundos sin rebotes.


    - Beber líquidos antes, durante y después de jugar para evitar calambres, contracturas o tirones.


    - Si juegas sobre superficies duras usa calzado amortiguado que absorba los golpes.


    - No arquear la espalda innecesariamente en algunos golpes, cuidado con las paradas y  arranques bruscos y evitar caer sobre los talones ya que puede provocar lesión en el tendón de aquiles o fascitis plantar.


    - Siempre llevar un botiquín de primeros auxilios.


    - Tras el partido estirar durante 10 minutos los músculos más utilizados para evitar contracturas y agujetas.


    En MQ2 Centro integral de Fisioterapia y Pilates, estamos a vuestra disposición para cualquier duda sobre cómo prevenir lesiones; además de estar especializados en el tratamiento de cualquier tipo de lesión deportiva.

  • Verano, deporte, lesiones

    ¿Vas a realizar deporte este verano?


    Llega el verano y con él, el sol y las ganas de disfrutar de actividades al aire libre y la práctica de deporte, ya sea de forma individual como correr, nadar, o en grupo como jugar un partido de pádel, fútbol, etc. La práctica de deporte sin un entrenamiento o preparación previa puede ocasionar lesiones leves como las agujetas, hasta roturas fibrilares, esguinces u otras lesiones más importantes.


    Se deben tener en cuenta algunos factores:


    Actividad escalonada: empezar poco a poco, siempre de menos a más.

    Equipamiento: utilizar ropa y calzado adecuados al tipo de deporte y protección solar.

    Calentamiento: antes de realizar un esfuerzo intenso, empezaremos a caminar o trotar y movilizar todas las articulaciones. Debe de durar unos 15 minutos; así elevamos la temperatura muscular haciendo que el músculo sea más elástico, fuerte y resistente a la lesión.

    Estiramientos: de todos los músculos implicados en el ejercicio y se deben realizar tras el calentamiento y después de la actividad intensa. Con los estiramientos evitaremos calambres, tirones y disminuiremos el dolor del día siguiente (agujetas).


    ¿Cómo se si estoy lesionado? ¿Qué puede ser?


    A veces, a pesar de tomar estas precauciones, puede producirse una lesión deportiva. Pueden ser:


    - Lesiones agudas: las más comunes. Ocurren repentinamente mientras se está jugando o haciendo ejercicio. Incluyen esguinces de tobillo, distensiones musculares (espalda, hombro, gemelos…) y fracturas en las manos. Notaremos un dolor severo repentino, hinchazón, no poder apoyar bien, dificultad en el movimiento…


    - Lesiones crónicas: después de practicar un deporte o hacer ejercicio por un largo periodo de tiempo. Podemos encontrar dolor incluso en reposo, hinchazón…


    ¿Qué hacer en caso de lesión?


    -       NUNCA tratar de aguantar el dolor de una lesión deportiva y cesar la actividad cuando se sienta dolor, ya que podría empeorar.


    -       El tratamiento inicial para la mayoría de las lesiones deportivas es RHCE (reposo, hielo, compresión y elevación). 


    o   Elevación de la parte lesionada.

    o   Aplicación de frío durante 10 minutos varias veces al día.

    o    Un vendaje elástico sin comprimir demasiado la zona (debido a la inflamación). 

  • Como manejar una rotura de fibras

    Son lesiones musculares cuya causa puede ser directa (contusión, traumatismo) o indirecta por elongación brusca del músculoy contracción rápida y fuerte del mismo. Cuando se produce una rotura de fibras siempre viene precedido de un dolor agudo concreto y localizable. En función del número de fibras musculares desgarradas encontramos microrroturas (milímetros) o fabricares (centímetros).


    Tanto la gravedad como el tiempo de recuperación varían según varios factores como la localización, tamaño, edad, sexo, peso o el tratamiento recibido. Por lo general:


    Grado 1 o leve: 8-10 días.

    Grado 2 o moderado: 3-4 semanas.

    Grado 3 o grave: 1-3 meses.


    En otro blog hablamos de las diferencias  entre rotura de fibras o desgarro muscular y contractura o distensión muscular (Lesiones deportivas). Es importante saber diagnosticarlas y diferenciarlas para un correcto tratamiento y una buena recuperación.


    Tratamiento General

    Fase Aguda (1-5 días):

    Frío: justo sobre la zona de rotura. Reducirá la inflamación y el sangrado.

    Drenaje linfático manual: para evacuar el exceso de inflamación y disminuir el dolor.

    Reposo relativo: NO solicitar la musculatura afectada. Disminuimos la tensión y tono muscular.

    Movilización pasiva suave: a los 2-3 días, realizar ejercicios pasivos controlados respetando el dolor.


    Fase de inicio de la recuperación (5-10 día):

    Calor: cuando la inflamación ha pasado, aplicar calor local suave para mejorar la circulación sanguínea.

    Movilización activa: ejercicios controlados respetando el dolor. Evitaremos adherencias y ayudamos a la correcta cicatrización.

    Drenaje circulatorio y relajación muscular: masaje para activar circulación y eliminar productos del proceso de reparación.


    Fase de recuperación parcial (más de 10 días) y total (más de 20 días).

    Vendaje compresivo: al principio previo al ejercicio de carrera suave.

    Ejercicios activos que iremos aumentando intensidad y complejidad, siempre sin dolor.

    Estiramientos suaves indoloros e iremos aumentando la intensidad.

    Masaje transverso profundo: en caso de adherencias o fibrosis. Mejoraremos la cicatriz muscular y el deslizamiento entre los distintos músculos.


    En este blog lo que se aconseja son recomendaciones generales. Toda persona que haya sufrido una rotura fibrilar debe acudir a un fisioterapeuta para que a través de pruebas manuales y ecografía diagnostique el tipo, localización y tamaño de la rotura y le indique el tratamiento más adecuado en su caso.

  • Diferencias entre Contractura y Rotura de Fibras

    Contractura o Rotura Fibrilar, en ambos casos se notará dolor intenso, agudo y localizado que cursa con rigidez e hinchazón; pero, ¿cómo sabemos si he sufrido una contractura o rotura fibrilar?


    Contractura muscular, es más leve. Se trata de una contracción muscular involuntaria y permanente de uno o más grupos musculares que te impide continuar con la actividad deportiva.

    La Rotura fibrilar es la afectación funcional del músculo donde encontramos una lesión anatómica. La situación que se ha producido sobre la estructura muscular ha sobrepasado su capacidad de estiramiento máxima.


    ¿Cómo lo sabremos?


    Necesitaremos esperar 48 horas y después:


    Pruebas complementarias: ecografía, resonancia magnética entre otras, pues es la manera más efectiva.

    Inspección visual: se verá un bulto en la contractura; y nada o un hueco en la rotura, además de un posible hematoma.

    Pruebas manuales:

    Estiramiento: duele en ambos casos; en la rotura, además, habrá sensación de quemazón interno.

    Contracción isométrica: dolerá más en la contractura; en el caso de la rotura será una sensación similar al estiramiento.

    Contracción excéntrica: la prueba más diferenciadora. En contractura relajará o dolerá levemente; pero en la rotura será imposible o el dolor será extremo (pues es su mecanismo de lesión).


    ¿Qué tratamiento es el adecuado?


    En ambos casos, tras el trauma es importante la aplicación de frío para disminuir la inflamación y después de 48 horas:


    Contractura muscular: estiramientos pasivos, masaje, acupuntura, calor, el objetivo es que disminuya la tensión y relajen la zona.

    Rotura fibrilar: si aún queda inflamación seguir aplicando frío y realizar masajes drenantes y kinesiotape para disminuir el hematoma. Además se ha de evitar que las fibras de alrededor de la rotura se contraigan en exceso como en el caso de las contracturas (estiramientos, masaje…).


    ¿Cuánto TIEMPO DE RECUPERACIÓN es necesario?


    Siempre varía dependiendo del grado de lesión y de la tipología del paciente (edad, sexo, hábitos de vida):


    Contractura muscular: el tiempo de recuperación es menor. Entre 5- 10 días ya se ha de estar entrenando al mismo nivel que antes.

    Rotura fibrilar: la cicatrización oscilará en un 1cm por semana, por lo tanto el número de centímetros nos marcará el tiempo de cicatrización, no el de recuperación; al que habrá que añadir entre 1-3 semanas para poner a punto la musculatura. 


    Para evitar este tipo de lesiones es imprescindible la realización de calentamiento previo y estiramientos antes y después de la actividad.

  • Calambre musculares. Prevención y tratamiento

    El famoso "tirón" o la sensación de que se nos "monta un músculo" ocurre muchas veces mientras dormimos o hacemos deporte. ¿Qué y por qué sucede para que tengamos esa dolorosa sensación?


    Su nombre es calambre muscular y, aunque suele ocurrir en la pantorrilla (los gemelos), puede pasar en cualquier músculo. Durante un calambre, el músculo se contrae de manera involuntaria y repentina produciendo un dolor intenso que llega a despertarnos o a hacernos parar una actividad física. Puede pasar por varios motivos:


    - Deshidratación: no beber suficiente agua, tener vómitos o diarrea puede producir alteraciones hidroelectrolíticas.


    - Cuando realizamos algún sobreesfuerzo, no calentamos bien o no realizamos los estiramientos necesarios, se produce fatiga muscular.


    - Síntomas de algunas enfermedades neurológicas o por compresión de una raíz nerviosa.


    ¿QUÉ HACER CON LOS CALAMBRES? Y ¿CÓMO PREVENIRLOS?


    Durante la aparición del calambre muscular, es fundamental realizar un estiramiento muscular de forma lenta para relajar el músculo. Posteriormente es aconsejable aplicar calor, masajear la zona suavemente, reposo y colocar el músculo en alto. Si permanece el dolor después del calambre muscular se precisa de un tratamiento de fisioterapia más invasivo que logre relajar el músculo: terapia manual, estiramientos y acupuntura.


    En cuanto al tratamiento preventivo, es recomendable realizar masaje para mantener el tono muscular, estiramientos activos y actividad física regular adaptado a la edad y condiciones físicas personales.


    En MQ2 Fisioterapia, conocemos ésta y otras consecuencias de alteración muscular, ofreciéndoles diagnóstico, tratamiento y actividades preventivas, como el pilates terapéutico que mejoren su calidad de vida.

  • Agujetas: Mitos y Verdades

    ¿Por qué se producen? ¿Cuáles son sus causas verdaderas?


    Micro-lesiones musculares: Ante esfuerzos intensos o bien prolongados en un músculo poco entrenado, aquellas fibras musculares atrofiadas o menos resistentes se  romperían. Al romperse estas células, vierten al músculo iones de calcio y potasio que resultan irritantes y se produce inflamación y dolor. DEMOSTRADA


    Cristalización del ácido láctico: ante sobre-esfuerzos se producía una cristalización del ácido láctico en los músculos, generando la sensación de micro-pinchazos. La ingesta de azúcar o bicarbonato supuestamente reducían este efecto (falso). DESCARTADA


    ¿Cuáles son sus síntomas?


    Habitualmente, las agujetas aparecen cuando practicamos algún tipo de ejercicio tras un periodo prolongado sin actividad física. Los síntomas tienden a aparecer a lo largo del día siguiente, generalmente al levantarnos. Los síntomas típicos son:


    Dolor muscular intenso y localizado (parecido a pequeñísimas agujas, de ahí su nombre).

    Disminución de la elasticidad.

    Molestias que duran entre 2 y 5 días.


    ¿Cómo podemos prevenirlas?


    Lo más importante es realizar un buen calentamiento y estirar el músculo antes y después de realizar el ejercicio.

    Asimismo, resulta esencial un aumento progresivo de la intensidad del  entrenamiento para ir poco a poco adaptando las fibras musculares al esfuerzo.


    ¿Cuál es su tratamiento más efectivo?


    Aplicación de frío.

    Masaje para aumentar el riego sanguíneo de la zona y disminuir el proceso inflamatorio.

    Realizar ejercicio pero con menor intensidad.

    Estiramientos suaves.

    Tomar antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno o naproxe

  • Epicondilitis, no es cosa sólo de tenista

    Se trata de la inflamación de los tendones del epicóndilo (prominencia ósea lateral del codo) encargados de la extensión de la muñeca. Es comúnmente denominada “codo de tenista” aunque no abarca sólo al ámbito deportivo sino que engloba a cualquier dolor relacionado con el epicóndilo como puede ocurrir en actividades de la vida diaria u otras profesiones. Así, los factores de riesgo según la situación son:


    En el deporte (tenis, pádel)


    Mala técnica deportiva (golpe de revés), movimientos repetitivos de extensión de codo asociada a una extensión de muñeca provocarían una inflamación e irritación del epicóndilo.

    Material deportivo inadecuado: raqueta muy pesada o muy ligera, cuerdas mal tensadas, empuñadura muy gruesa o muy fina, calzado inapropiado…

    En el trabajo (construcción, oficinas, agricultores)


    Trabajar con maquinaria que provoque vibraciones (taladradoras, excavadoras…) sobre el epicóndilo.

    Movimientos repetidos que provoquen sobreesfuerzo de la musculatura epicondílea (uso del teclado o ratón, pintar).

    Coger grandes pesos, que aumentan la tensión sobre el epicóndilo.

    Otros factores…


    Traumatismos, que ocasionen un impacto o tracción sobre el epicóndilo.

    Problemas cervicales, que irradian hacia miembro superior.


    ¿CÓMO SABER SI LA SUFRO?


    Dolor y sensación de adormecimiento en el epicóndilo que se puede irradiar a la parte externa del brazo y antebrazo, incluso mano.

    Dolor a la palpación del epicóndilo y de la musculatura epicondílea.

    Dolor al realizar el movimiento de rotación y extensión de la muñeca, cerrar el puño o estirar la musculatura.


    AL FISIO  ¿POR QUÉ? ¿CÓMO ACTÚA ANTE ESTA LESIÓN?


    En torno al 75% de las epicondilitis tienen una evolución favorable con tratamiento conservador de fisioterapia:


    Reposo y crioterapia (frío).

    Terapia manual: movilizaciones de muñeca, codo y hombro, masaje de la musculatura implicada, estiramientos…

    Acupuntura, punción seca.

    Electroterapia: ultrasonido, TENS…

    Pauta de prevención: ejercicios de fortalecimiento, reeducación postural (trabajo, técnicas deportivas)

  • La Pubalgia

    ¿Qué es y por qué se produce?


    La pubalgia consiste en la inflamación crónica de los músculos que se insertan en el pubis: abdominales (por arriba) y aductores (por abajo).


    Se debe principalmente a un desequilibrio muscular entre los músculos abdominales (que suelen ser estar menos desarrollados y débiles) y los músculos aductores (más fuertes y potentes).


    ¿En qué deportes es más común esta patología?


    Sobre todo en el fútbol, pero también en corredores, luchadores, deportes de raqueta (tenis, pádel…), baloncesto o balonmano.


    En general deportes que exigen velocidad, explosividad y cambios de dirección.


    ¿Cuáles son los síntomas de la pubalgia?


    Dolor progresivo al movimiento, estiramiento o palpación de la cara interna del muslo (aductores), en la parte superior del pubis (músculos abdominales) o en la zona de la ingle (unión de ambos músculos).


    El dolor puede tardar semanas e incluso meses en desparecer y resulta invalidante para la práctica deportiva, e incluso a veces para las actividades de la vida diaria.


    ¿Cómo interviene la fisioterapia?


    Prevención: calentamiento adecuado, ejercicio de estabilización lumbo-pélvica, trabajo de fuerza y resistencia muscular.


    Tratamiento: encaminado a trabajar la elongación y fuerza músculo-tendinosa. Utilizaremos terapia manual (masaje, movilizaciones, estiramientos), electroterapia, acupuntura, punción seca entre otros.


    Lo principal, TRABAJO ACTIVO; mientras más reposo, peor.

  • ¿EPI o EPTE?

    EPI: Electrólisis Percutánea Intratisular o EPTE: Electrolisis Percutánea Terapéutica.


    En este blog os queremos mostrar las principales semejanzas y diferencias de estas dos técnicas innovadoras que últimamente se están dando a conocer y que en el caso de la técnica EPTE ya estamos utilizando en MQ2 Fisioterapia por los motivos que veréis más adelante.


    ¿SEMEJANZAS?


    Son técnicas innovadoras y con evidencia científica para el tratamiento de lesiones de tendón (“epicondilitis”, “pubalgia”, “fascitis plantar”, “tendinitis aquílea”, entre otras).


    Consisten en la aplicación de una corriente galvánica mediante una aguja de acupuntura de forma percutánea, estimulando directamente el tejido afectado y provocando cambios en el mismo.


    Ambas técnicas, actúan activando la primera fase del proceso de regeneración (paralizado tras una lesión crónica, de mucho tiempo), destruyendo el tejido degenerado e inútil y provocando una respuesta inflamatoria favoreciendo la creación de “nuevo tejido”.


    Técnicas aplicables a deportistas de élite, aficionados o a personas con hábitos sedentarios.


    ¿DIFERENCIAS?


    La EPI utiliza una corriente galvánica en miliamperios, mientras que la EPTE utiliza microamperios, es decir, usa la misma dosis de tratamiento con corrientes de baja intensidad y modulables por lo que prácticamente INDOLORA al contrario que la EPI que muy dolorosa.


    La EPTE es la única técnica donde se aplica una aguja con corriente galvánica con certificado sanitario europeo en el mercado.


    La EPTE es una técnica RÁPIDA, EFECTIVA (sin apenas recaídas) e INDOLORA

    Nosotros ya hemos elegido Y TÚ, ¿QUÉ ELIGES?

  • Ecografía y Fisioterapia Invasiva

    La ecografía musculoesquelética es una técnica en constante avance y desarrollo, cada vez más importante dentro la práctica clínica del fisioterapeuta, tiene implicaciones tanto en el diagnóstico como en el posterior tratamiento.


    Se trata de una herramienta dinámica, muy eficaz, que los fisioterapeutas de MQ2 Fisioterapia utilizan dentro del examen físico del paciente permitiéndoles, en tiempo real y de forma comparativa, evaluar de forma objetiva el tejido lesionado, con ello,es más fácil programar adecuadamente el programa de fisioterapia y, al mismo tiempo, valorar en las sucesivas sesiones la evolución con el tratamiento de fisioterapia recibido.


    La ecografía musculoesquelética es una prueba de evaluación que cuenta con evidencia científica de alta calidad que avala su uso dentro del proceso de razonamiento clínico, ayudando al fisioterapeuta a entender e interpretar de la mejor manera posible las deficiencias que presenta el paciente.


    Además, recientemente se ha fomentado el uso de la ecografía en el campo de la Terapia Manual y de la Fisioterapia del Deporte. Esmuy útil como herramienta guía en intervenciones mínimamente invasivas como son la Electrólisis Percutánea Terapeútica Ecoguiada (EPTE) para el tratamiento de la tendinopatías de hombro, rodilla, tendón de Aquiles, codo del tenista, fascitis plantares, entre otros; también es complemento de la Acupuntura y Punción Seca en el síndrome de dolor miofascial. De la misma forma que un anestesista utiliza la imagen ecográfica para guiar sus intervenciones y conseguir de esta forma una anestesia más segura y eficaz, el fisioterapeuta en el ejercicio de sus competencias utiliza la ecografía para tratar el tejido musculoesquelético (músculo, tendón o ligamento) de forma precisa, efectiva y segura, mejorando de esta forma los resultados y logrando así una mejor eficacia del tratamiento.


    En MQ2 Fisioterapia mejorar tu calidad de vida es nuestro mejor resultado. Por eso seguimos invirtiendo y mejorando para seguir cuidando de ti.

Share by: